domingo, 3 de enero de 2016

¿Quién mejor que quien lo vivió?

         Todos somos adictos a la televisión. Si se mandan lecturas obligatorias lo primero que se pregunta es “¿de eso hay peli?”. Ahora bien, esta cuestión que siempre se mira con cierto reparo desde los ámbitos más puristas no es más que un reflejo de nuestro tiempo y, por ello, debemos saber trabajar sobre esta cuestión.

            Desde el ámbito que nos toca tratar (la historia, el arte y la geografía) últimamente estamos de enhorabuena pues son muchas las series, películas, videojuegos, etc. que nos hacen más sencilla la docencia (como ya se ha comentado en otros post). Pero yo hoy, y con motivo del reciente estreno de “Teresa. La película”, quiero hacer presente la labor que lleva haciendo durante años la Televisión Pública en relación con nuestra materia.
            Todos nos acordamos aún de la mítica serie “Cuéntame”. La familia Alcántara presenció (e incluso vivió en primera persona) los múltiples acontecimientos que tuvieron lugar en los años más recientes de nuestra historia. Lo vivimos con ellos, o lo revivimos. Nos enseñaban entre la colleja a Carlitos y la regañina a Toni.
            Pero la cosa no quedó ahí. Llego a la palestra televisiva “Isabel” y su continuación “Carlos, Rey Emperador”. Estas dos obras maestras de televisión no solo son útiles por lo gráfico de sus contenidos si no que, ahora, la posibilidad web ha permitido que se vaya más allá y se puedan comprender mejor todos los aspectos históricos con unos interactivos mapas conceptuales.



            Con todo lo presentado se puede trabajar de manera clara en las clases: mandar visionados y comentarios de los capítulos, análisis críticos, búsqueda de fallos (si los hubiera) y un sinfín más de actividades. Pero lo que hay que conseguir es otra cosa.
            Nuestra disciplina peca, según los estudiantes, de aburrida cuando realmente no es así. La última obra de Televisión Española “Teresa” nos narra la vida de la santa andariega, nos cuenta la situación conventual de esos años y la vida que allí se llevaba (que ya en sí mismo es interesante), pero sobre todo hace presente la realidad de un personaje apasionante, revolucionario, culto, que sabía las deficiencias de su tiempo y luchó contra ellas desde su ámbito. Nos presenta un tiempo, y uno de sus personajes. De lo particular a lo general.
              Dejando al lado las cuestiones religiosas, TVE nos ha (re)descubierto que la historia puede ser apasionante si la presentamos desde el prisma de los personajes que la vivieron. ¿Qué ocurriría si presentáramos la historia y la corruptela del papado entre los siglos XV y XVI desde la vida turbulenta de Miguel Ángel Buonarroti? ¿O sí viéramos la invasión francesa y el posterior alzamiento de Fernando VII a partir de la visión de Francisco de Goya?. Los personajes históricos nos interpelan, nos gritan. Ellos estaban allí y ellos saben lo que ocurrió. No se estudian cuestiones histórico-artísticas-geográficas abstractas, se habla con la gente que vivió lo que queremos enseñar. ¿Y qué mejor que aprenderlo tras hora y media frente a la pantalla de la tele?

Sara Bastante Valero