domingo, 3 de enero de 2016

DESAPRENDER


Echando un vistazo a los artículos que hay que leer para clase, me ha interesado mucho el que lleva por nombreDesaprender. Es un artículo del profesor Enrique Sánchez Ludeña, y en él plantea hasta que punto los conocimientos que hemos adquirido en nuestra vida se convierten en rutinas o si somos capaces de reciclar lo aprendido e iniciar un proceso de aprendizaje y de desaprendizaje.

Empieza contando una anécdota de como en una residencia de ancianos, las personas que se encargan de cuidarlos, les entregan fichas de colorear para entretener su tiempo. Sánchez Ludeña reflexiona sobre lo visto, y dice que después del trabajo y la educación adquirida a lo largo de sus vidas, terminan coloreando fichas de dibujos.

Continúa haciendo una comparación entre la antigua China y nuestro país, en materia de educación. Y dice, que en la antigua China existían dos modos de desarrollar el pensamiento y la educación, por un lado el confucionismo y, por otro lado, el taoísmo. Mediante el confucionismo se llevaría a cabo un conocimiento práctico y de acción social. En cambio, con el taoísmo se llegaría a un estado de contemplación y búsqueda del propio camino. Mientras que eso ocurría en la antigua China, en nuestro país, el segundo modelo de educación, no se estaría cumpliendo. En vez de buscar nuestro propio camino, nos dedicamos a seguir repitiendo una serie de rutinas tanto en nuestra conducta como en nuestro pensamiento.

Respecto a la educación dice que nos hemos quedado anclados en repetir continuamente los mismos saberes, ya que esos mismos saberes han servido para explicar las épocas pasadas. El aprendizaje se traduce en memorizar y acumular información sin preocuparte en pensar si lo que estoy aprendiendo tiene algún sentido. Es en este punto donde se produce la crítica de Sánchez Ludeña al sistema educativo, de la cual yo estoy de acuerdo, es fundamental arriesgar e innovar en los conocimientos. 

Por eso, es fundamental la labor de la escuela, el instituto o la universidad, en estas instituciones adquiriremos nuestros conocimientos, nos formamos como ciudadanos libres y críticos, por ello, es fundamental tener claro que los saberes no son inamovibles, sino que están cambiando continuamente. La labor de formarse es una acción unánime entre los alumnos y los profesores, ambos deben ir de la mano y juntos ir aprendiendo y desaprendiendo.

Después de leer este artículo tan interesante, me entró curiosidad de buscar más artículos suyos, aquí os dejo el enlace de su blog, Otras políticas, por si queréis leer algo más de lo que piensa un profesor de instituto.


Almudena Ruedas Medina